Cómo hacer aceite de lavanda casero y natural
Las personas que me conocen, más de una vez me han preguntado cómo hacer aceite de lavanda natural y casero. Saben que alguna vez me he hecho mi propio aceite esencial de lavanda yo misma y sienten curiosidad por cómo lo hago. Algunas personas hasta se atreven a intentar hacerlo también.
Por eso, quiero compartir con todos cómo se hace el aceite de lavanda, por si alguno se quiere animar a probar.
Hay varias maneras de crear un aceite a base de lavanda, tintura o extracto en casa. Desde destilar hasta simplemente sumergir los brotes de lavanda en aceite de oliva. Independientemente del proceso que elijas, necesitarás capullos y flores de lavanda (o si no, ¿qué gracia tendría?). Tienen que ser orgánicos, es decir, cultivados sin pesticidas, herbicidas o fertilizantes.
Si eres de los/las afortunados/as que tienen un jardín y cultivas tu propia lavanda (una magnífica idea para tu jardín y las abejas que se pasean por él), prepárate para pasar unas horas quitando suavemente las flores de los tallos entre la uña del pulgar y la uña del dedo índice.
Los tallos contienen el mismo aceite, pero no tanto. Además, necesitarás secar los capullos y las flores. No los coloques a la luz directa del sol, a la sombra o en una habitación oscura es mejor. Esto se hace (aproximadamente 24 horas) para aumentar el rendimiento por lote. Las flores secas tienen menos volumen que las crudas, frescas y jugosas.
Dicho esto, paso a explicar tres maneras de hacer este aceite esencial.
Cómo hacer aceite esencial de lavanda casero fácilmente
Voy a empezar por la forma más fácil de hacer aceite de lavanda, que es la que yo utilizo siempre.
Vas a necesitar:
- Yemas de lavanda
- Alcohol de grano o vodka barato como el del Mercadona
- Mortero (o un tazón y cuchara)
- Filtros de café
- Dos frascos (uno con tapa ajustada)
Coloca los brotes de lavanda en el mortero o tazón y cháfalos ligeramente para liberar el aceite aromático. Simplemente magullar las flores con el dorso de la cuchara o el mortero, no estás haciendo avena. Demasiada agitación hará que consigas sopa de lavanda (y no es la forma de hacer aceite esencial de lavanda).
Vierte la lavanda a un frasco con una tapa ajustada. Cúbrelo completamente con el alcohol de grano o vodka. Agita el frasco para liberar más aceite, haz esto varias veces al día, durante varios días seguidos. Cuanto más repitas este paso, conseguirás una extracción más intensa.
Después de una semana más o menos de esto ya estará listo para refinar. Utiliza un filtro de café para colar el líquido y ponerlo en el segundo frasco (técnicamente, el vertido es vodka con infusión de lavanda, aunque no te recomiendo beberlo).
Coloca un filtro de café limpio o un paño encima del frasco del líquido y déjalo reposar inalterado durante aproximadamente una semana. Esto permitirá que el alcohol se evapore del frasco, dejando aceite esencial como resultado.
Puede haber sedimentos en el fondo, pero no te preocupes porque no es gran cosa. Si te molesta, por ejemplo, si vas a regalar el frasco, cuélalo de nuevo con un filtro de café limpio en un frasco con tapa. A mí me gusta usar vidrio de color oscuro (como un frasco de levadura reutilizado) para proteger los activos en el aceite. Guárdalo en tu despensa o armario de ropa blanca, lejos de la luz solar directa.